La creciente digitalización y los cambios en la forma de trabajar han obligado a las organizaciones a repensar su infraestructura de seguridad y redes. En este contexto, las arquitecturas SASE (Secure Access Service Edge) se han convertido en una solución clave para garantizar una conectividad segura y eficiente. A continuación, te compartimos las principales tendencias que están liderando la necesidad de adoptar SASE en las empresas.
1. El trabajo híbrido es la nueva norma
El trabajo remoto e híbrido ha dejado de ser una excepción para convertirse en el estándar. Según un estudio reciente, el 93% de los líderes empresariales y tecnológicos planean mantener o incluso aumentar sus inversiones en este modelo de trabajo. Además, el 85% de los directores de comunicación destacan la importancia de proporcionar a sus equipos distribuidos acceso fluido a las aplicaciones empresariales. Este cambio hacia una fuerza de trabajo más flexible y distribuida demanda una arquitectura que permita la conectividad segura y sin interrupciones, y SASE es la respuesta a este desafío.
2. Migración masiva de aplicaciones a la nube
La tendencia hacia la adopción de la nube sigue acelerándose. Para 2024, más de la mitad de las cargas de trabajo se alojarán en entornos de terceros en la nube. Este escenario de aplicaciones distribuidas en múltiples nubes ha ampliado considerablemente la superficie de seguridad, exponiendo a las organizaciones a más riesgos cibernéticos. Una arquitectura SASE permite que las organizaciones gestionen esta expansión de forma centralizada, con seguridad integrada desde el borde de la red hasta la nube.
3. La complejidad de las redes sigue siendo un reto
Gestionar redes distribuidas y con múltiples proveedores ha generado una creciente complejidad para las organizaciones. De hecho, el 51% de las empresas reportan dificultades para conectar a los usuarios con los recursos corporativos. Además, el 70% de los líderes de TI coinciden en que administrar una red con varios proveedores y una pila de seguridad fragmentada es un desafío importante. La arquitectura SASE, al converger la seguridad y las redes en la nube, simplifica estas operaciones, permitiendo una gestión más ágil y eficiente.
4. La agilidad es clave para la resiliencia
La necesidad de una conectividad ágil y adaptable ha cobrado mayor relevancia en un entorno empresarial cambiante. Desde 2020, muchas organizaciones han tenido que adaptarse rápidamente a una mezcla de entornos de trabajo remotos y presenciales. Actualmente, la conectividad fluida y segura es esencial para garantizar que los empleados, independientemente de dónde se encuentren, puedan acceder a los recursos de la empresa de manera eficiente. SASE proporciona esta agilidad, permitiendo a las empresas ser más resilientes frente a interrupciones e imprevistos.
5. Un journey hacia SASE en constante evolución
Cada vez más empresas están avanzando en su journey hacia la adopción de SASE. Para 2025, se estima que el 80% de las organizaciones habrán implementado una estrategia para unificar la web, los servicios en la nube y el acceso a aplicaciones privadas bajo una arquitectura SASE o SSE (Security Service Edge). Esto representa un aumento significativo en comparación con el 20% que había adoptado estas tecnologías en 2021.
La adopción de SASE no es solo una tendencia, sino una necesidad para las empresas que buscan mantenerse competitivas y seguras en un entorno digital cada vez más complejo. Con el trabajo híbrido consolidado, las aplicaciones migrando a la nube y la creciente complejidad de las redes, SASE se posiciona como una solución integral que facilita la convergencia entre seguridad y conectividad, brindando a las organizaciones la flexibilidad y agilidad necesarias para adaptarse a los desafíos futuros.
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