Los humanos somos inquietos, eso quizás es una de esas cosas que son propias de nuestra especie, esa curiosidad por descubrir nuevas formas, nuevas maneras de entender y comprender que lo que nos rodea nos ha llevado a crear caminos pequeños que han impulsado cambios gigantes.
Tenemos el derecho de sentirnos orgullosos de las cosas que hacemos, sin duda cuando decidimos convenidamente hacer cosas extraordinarias, cosas extraordinarias hacemos. Siempre pienso en como actuamos cuando se nos exige, cuando se nos saca de la zona de tranquilidad, no todas las cosas buenas suceden allí, pero buenas cosas sin han salido de allí.
Una pandemia, ufff no es cualquier cosa y aunque tengamos cientos de miles de millones de datos, estadísticas y un sin número de información que nos dice que casi cualquier humano que habite este planeta tendrá que vivir con esa idea de sobrellevar una pandemia, pues bueno ya lo digo, una cosa son los datos y otra vivirlos, una cosa es ver los números y otra ser ese número, que aplica para todo, aplica para cualquier modelo en donde se usen números para tratar de explicar algo. Los números son muy fríos ¿no?
Hablando de número recuerdo una cifra que salió a relucir en tiempos pandémicos, la estadística decía que de cada 100.000 registros de temperatura que se hicieron en los centros comerciales (Medida que se usó como prevención para contener el virus) solo 2 casos registraron una temperatura igual o mayor a 2 grados Celsius, ¡solo dos! que barbaridad.
Hay otras medidas que no servían para mucho, por ejemplo, desinfectar llantas de carros, mantener el espacio entre un carro y otro, limpiarse en tapetes repletos de químicos los zapatos (esta era la que mayores risas me causaba) entre otras.
No pasó mucho tiempo para que las autoridades sanitarias de cada país hicieran hincapié en estos asuntos, y la lista se fue reduciendo, hasta llegar a tres medidas muy básicas.
- Distanciamiento físico (Mínimo dos metros entre personas)
- Uso continuo de mascarillas.
- Frecuente de lavado, manos limpias sea como fuere (Alcohol, gel antibacterial, lavado de manos)
Ahora, pero pensando en los ambientes laborales también hay que decirlo, necesitamos de una u otra forma volver a los espacios de trabajo y hacerlo de forma segura. Para esto deberíamos aplicar la misma forma y ser muy creativos al repetir el ciclo.
Ahora tenemos que sacar nuevamente esa creatividad humana que mencioné al principio, porque no solo se trata de cuidar a los colaboradores en el espacio de la oficina sino, también en sus desplazamientos.
- Muchos modelos se plantearon, la alternancia – Ir dos días a la oficina y tres días en la casa-
- Personas que no necesiten ir estar en la modalidad 100% remoto.
Y quizás la que más impacto tiene, cambiar los horarios de trabajo para evitar congestión en los sistemas de transporte público. Horas de entrada y de salida flexibles dinámicos y acorde a la realidad del mundo.
¿La tecnología nos puede ayudar a eso? Sin duda en ITSINFOCOM hemos diseñado una solución que ayuda a implementar espacios de oficina colaborativos de forma segura que incluyen controles y ayudas para cada uno de estos tres pilares del cuidado, la tecnología como parte fundamental del cuidado y ayuda para todos.
He tenido la oportunidad de vivir en sitio los cambios a los que se a acoplado ITS en sus proyectos tanto en la creación de nuevas normas, como en elementos a utilizar para el cuidado de sus activos más preciados.