¿No es fascinante lo rápido que evoluciona la tecnología con el tiempo? Cuando era un niño, nadie a mí alrededor tenía un teléfono móvil. Teníamos un teléfono fijo, solo reservado para llamadas urgentes o importantes. Escuchábamos radio FM y grabábamos música en casetes. Internet era todavía una idea teórica en aquel momento. Y ahora, no muchos años después, todo el mundo tiene un “smartphone”. Compramos, chateamos, jugamos y aprendemos en línea. No podemos imaginarnos la vida sin internet. En unos 15 a 20 años, lo digital no solo ha cambiado nuestra vida personal sino que también ha transformado el mundo de los negocios y ninguna industria, ningún sector ha resultado inmune.
Para verlo, vamos a reducirlo a tres leyes fundamentales que han hecho todo esto posible. Estas leyes abordan los conceptos básicos, los aspectos centrales de la gestión de la información digital: procesamiento, comunicación y almacenamiento. Vamos a empezar con la ley de Moore.
ley de Moore.
Lo que dice esta ley es que cada 18 meses tu ordenador duplicará su capacidad para procesar la información. Originalmente, se formuló de forma algo diferente, se decía que en un chip de silicio determinado cada 18 meses puedes doblar el número de transistores que encajas en él.
La segunda ley que debes recordar se llama la ley de Butter.
Ley de Butter.
Afirma que la cantidad de información transmitida por una única fibra óptica se duplica cada nueve meses. Si trazas las velocidades típicas en megabytes por segundo en una escala logarítmica, vemos una línea recta, lo que significa un aumento exponencial con los años. Hay una variación de esta ley para otros medios de comunicación, sea el cable, el ADSL, VDSL o inalámbricas como 3G LTE y más recientemente, 5G.
La tercera ley se llama la ley de Kryder.
ley de Kryder.
Esta ley trata de la capacidad de almacenamiento del disco duro y dice que la cantidad de datos almacenados por centímetro cuadrado de una unidad de disco duro se dobla cada 13 meses. Por lo menos, este era el caso a finales de los 90 y principios de 2000, cuando Mark Kryder formuló su observación. La verdad es que la tendencia ha disminuido, y se duplica cada 16 o 17 meses. Pero, de todas formas, sigue siendo más rápido que la ley de Moore. Tal vez algunos recuerdan los grandes bloques, casi del tamaño de la CPU, de principios de 2000 que incluso nos obligaba enchufarnos a una fuente de alimentación y todo esto para almacenar medio o un terabyte de datos. Ahora, un dispositivo de almacenamiento externo terabyte es de un centímetro de grosor, el tamaño de un pasaporte.
Por supuesto, esta ley describe el potencial teórico de la tecnología. Solo una parte de ese potencial va a mejorar el rendimiento de los dispositivos de mercado masivo. La otra parte, sin embargo, irá a reducciones de costes para el consumidor: los equipos, la conexión a Internet y la capacidad de almacenamiento pasan a ser no solo mejores, sino también cada vez más baratos. Esto tiene fuertes implicaciones en el mundo de los negocios.
Tecnología Digital
Pero antes de eso, vamos a reflexionar sobre lo que esto significa para la comprensión de la tecnología digital en sí misma. Sabemos que la tecnología se desarrolla rápidamente. Sin embargo, como la intuición humana está sintonizada a ver desarrollos lineales, tendemos a subestimar siempre el progreso. No es de extrañar, por tanto, que las empresas también tiendan a subestimar, incluso ser completamente ciegas ante el impacto de la tecnología digital. Cuando las empresas se desarrollan linealmente y la tecnología evoluciona exponencialmente, observamos un abismo entre las dos, una brecha entre el valor real de la empresa y lo que sería posible tecnológicamente.
Y esta brecha está aumentando rápidamente con el tiempo. Este abismo lo llenan a menudo empresas emergentes que usan la tecnología para satisfacer las necesidades del cliente de forma muy diferente, una forma que las empresas líderes establecidas no han sido capaces de ver o peor, lo han visto, pero no han entendido. Empresas como Kodak, Nokia o Blockbuster pagaron un alto precio por su tendencia a subestimar la tendencia.
La transformación digital es un proceso y una integración de diferentes aspectos de negocio que ha venido acelerándose en los últimos años por cambios macroeconómicos y nuevas tendencias, adicionalmente a un impacto disruptivo debido a la pandemia, que nos hizo acelerar y consolidar una cultura tecnológica en cada modelo de negocio de nuestras empresas, transformando la operación y nuestros procesos volviendo la transformación digital como punta de lanza de nuestro negocio, esta etapa de pandemia desnudo diferentes aspectos de negocio que nos evidencio debilidades y puso en la hoja de ruta nuevas variables que no se consideraban, la transformación digital no es un concepto que está de moda únicamente si no un habilitador que en conjunto con la cultura empresarial trazan un camino al éxito de nuestros negocios, esto nos lleva a una necesidad ágil de entendimiento digital, para lograr entender para que son y cómo usar las herramientas tecnológicas que el mercado hoy en día desarrolla y podemos adquirir, entendiendo el resultado que podemos adquirir de estas.
Sin embargo, hay todavía un largo camino por recorrer en este sentido, ahora es el momento en que las empresas tienen que profesionalizarse y ubicarse en un contexto más amplio para hacer las modificaciones necesarias. Ya no es solo la digitalización, sino generar interrelaciones entre clientes y proveedores, entre servicios y personas, entre sistemas y soluciones, para pararse sobre lo hecho y dar un paso más allá.
Los sistemas de innovación en las organizaciones, la innovación es un pilar fundamental de la transformación digital, los sistemas nos ayudan a la gobernabilidad y darle un foco a la innovación. Por ende cada momento las empresas deben evaluar sus modelos de innovación que se ajusten a las necesidades que el mercado y sus clientes están exigiendo para lograr una transformación digital de su negocio.
Según SWEOR 2021, el 88% de los consumidores en línea no regresarían a un sitio web después de una mala experiencia. Por su parte Deloitte, en estudio realizado en el 2021, señala que el 45% de las empresas informaron un mayor crecimiento de los ingresos netos luego de su transformación digital. Ahora cabe preguntarnos por qué estas dos estadísticas se relacionan y son tan importantes. La respuesta es una sola: el gran propósito de la transformación digital es optimizar la experiencia de cliente, por lo tanto, si entregamos una experiencia de cliente superior, obtendremos un mejor retorno económico de nuestra inversión.
Es aquí donde surge la gran pregunta:
¿Por dónde inicia la transformación digital?
Un gran error es pensar que inicia por la tecnología. De nada sirve realizar grandes desarrollos tecnológicos, si primero no pusimos al cliente en el centro. La transformación digital inicia por el entendimiento del cliente, sus necesidades y expectativas. A partir de ahí podremos comprender como la tecnología nos puede ayudar por ejemplo a: simplificar procesos, reducir tiempos, automatizar servicios, diseñar nuevos canales de atención, etc.
Los avances 2022 en la red 5G impulsarán el crecimiento de IoT y como consecuencia la industria de big data. En este nuevo escenario, los aspectos clave para el éxito de las iniciativas de transformación y disrupción digital son:
- Estrategia y estructura: estrategias basadas en datos con estructuras organizacionales livianas para adaptarse con rapidez al cambio.
- Operaciones y procesos: que tengan como principal virtud agregar valor al cliente, impulsados por tecnologías digitales.
- Creatividad e innovación: como eje troncal en el desarrollo de nuevas experiencias de usuario y de cliente.
- Tecnología: al servicio de la propuesta de valor de la compañía.
- Datos: captura, análisis e interpretación de macrodatos en tiempo real para la toma de decisiones.
- Personas y cultura: orientadas a la creatividad, innovación y trabajo en equipo multidisciplinarios.
- Liderazgo: con visión integradora entre la persona y la tecnología, es decir, obtener lo mejor del capital humano y tecnológico, para colocarlo al servicio de la experiencia de cliente.
Ahora, observaremos 7 tendencias que están marcando la transformación digital para 2022 y que nos permitirá poder evidenciar el cambio estructural y pragmático de esta nueva realidad de acuerdo a CEPYMENEWS (https://cepymenews.es/tendencias-marcaran-transformacion-digital-2022). Esto se refleja en las tendencias tecnológicas que están surgiendo en todos los sectores, todas ellas orientadas a ofrecer mejores experiencias de usuario y a acelerar la innovación.
- El trabajo del futuro se basará en experiencias conectadas e híbridas
- Desarrollo de los negocios componibles
- Gana importancia el ‘tecnólogo’ de negocio
- La hiperautomatización descubrirá el valor de lo digital
- Seguridad por defecto, un imprescindible
- El aumento de ecosistemas híbridos y distribuidos añade complejidad
- Una única fuente de verdad, clave del negocio basado en datos
A continuación y como parte fundamental para poder medir el proceso de transformación digital de nuestras empresas podemos tener algunos indicadores KPI´s para el proceso, de acuerdo a TodoStartups Artículo de Jordi Martinez miembro de LiceoTIC (https://www.todostartups.com/nuevas-tecnologias/6-indicadores-para-evaluar-un-proceso-de-transformacion-digital):
- Agilidad del cambio
- Integración de la estrategia digital con la general
- Competencias digitales
- Adopción por parte de los trabajadores
- Satisfacción del cliente
- Reducción de costos
Algo que no podemos dejar pasara para poder estructurar un plan de transformación digital de nuestras empresas, es entender además de las tendencias actuales es la de ver más allá y ver esas predicciones de mercado tecnológico que se están trabajando, IDC nos muestra
“IDC FutureScape: 10 principales predicciones para el futuro de la innovación”
Aquí, se abordan temas relacionados con los cambiantes requisitos comerciales y permiten un desarrollo de software más eficiente:
- Predicción 1: para 2026, las empresas que generen con éxito innovación digital obtendrán más del 25% de los ingresos de productos, servicios y/o experiencias digitales.
- Predicción 2: Para 2022, las organizaciones que asignan más del 50% de sus proyectos de desarrollo de software a iniciativas orientadas al cliente verán crecer sus ingresos un 15% más rápido en comparación con aquellas que se enfocan más en proyectos internos.
- Predicción 3: Para ayudar a aliviar la escasez de habilidades de los desarrolladores, el 55% de las organizaciones utilizarán los mercados en la nube y las adquisiciones de nuevas empresas tecnológicas como sus enfoques más importantes para el abastecimiento de software para 2024.
- Predicción 4: para 2024, las empresas que ya han invertido en la creación de un ecosistema de desarrolladores ampliarán su base de clientes en un 25 %.
- Predicción 5: Asegurar la cadena de suministro de software será una competencia central adoptada por el 75 % de los grandes innovadores digitales para 2023.
- Predicción 6: para 2023, los modelos de distribución tradicionales se derrumbarán cuando el 20% de las empresas en algunos sectores usen tecnología para llegar directamente a los clientes, buscando mejorar la satisfacción del cliente y el desarrollo de productos.
- Predicción 7: para 2026, el 30 % de los equipos de desarrollo de software se centrarán en convertir productos tradicionales en resultados como servicio.
- Predicción 8: La mitad de los Global 500 habrán desarrollado software de manera significativa para 2025, lo que exacerbará la escasez de habilidades de ingeniería de software y alimentará el interés en la eficiencia del desarrollo de software.
- Predicción 9: para 2024, el 55% de los productos innovadores digitales exitosos serán creados por equipos que incluyan personas con habilidades creativas, de pensamiento crítico, de análisis y de automatización, así como ingenieros de software.
- Predicción 10: para 2025, el 75% de las aplicaciones recién desarrolladas incluirán algún código generado automáticamente, lo que liberará a los humanos para que se concentren en tareas de desarrollo que no se automatizan fácilmente.